El nacimiento del río Llobregat, bajo los peñascos de Castellar de n’Hug, es uno del lugares singulares de la comarca. Los accidentes naturales, la espectacularidad y la fuerza con la que el agua brota en medio de las rocas, así como su abundancia y transparencia, ofrecen al visitante una imagen insólita. El camino de las fuentes nos permite admirar el bosque de ribera que lo rodea y nos conduce hasta el nacimiento del río, por un trayecto señalizado y con mucho encanto. Se puede llegar con automóvil, aunque es recomendable ir a pie por el camino marcado que sale del pueblo, donde irá encontrando indicaciones de vegetación y fauna de la zona.
El nacimiento del río es digno de ser visitado por su espectacularidad, especialmente en tiempo de aguas abundosas. El agua fue la primera riqueza de esta región y, muy especialmente, el agua del Llobregat, el principal río y eje vertebrador de este país de montaña. Con toda la fuerza de la naturaleza, las fuentes donde nace el río brotan directamente de los riscos que bordean Castellar de n’Hug, y forman una abundosa y rápida cascada. El agua atraviesa, ágil y viva, unos parajes que sólo parecen existir para que ella haga su curso hacia la llanura.