El Museu del Ciment presenta el acontecimiento artístico Konvent Cirk, en colaboración con el centro artístico Konvent. El acto contará con espectáculos de circo y teatro performance, así como con una instalación performativa.
El evento tendrá una duración de aproximadamente 2 horas y un precio de 15€ para adultos; 8€ para niños/as de 6 a 12 años, y gratuito para menores de 6 años.
Las entradas se pueden reservar enviando un correo electrónico a konventreserva@gmail.com. Con la entrada, el visitante podrá disfrutar de todas las representaciones, que tendrán lugar en diferentes espacios del museo y que formarán parte de un recorrido guiado por los propios artistas.
Se ofrece la opción de cena en el Refugi Quatre Cases, con preserva previa al teléfono 938 25 70 17 o a la dirección electrónica refugiquatrecases@gmail.com. El Refugi Quatre Cases fue construido para alojar los ingenieros americanos e ingleses de la fábrica Asland y actualmente es un alojamiento de montaña con un amplio servicio.
Contará las propuestas siguientes:
Nus, a cargo de Cèlia Marcé. Nudo refiere a un nudo físico, un lazo que se hace en un hilo. También, refiere un estado de desnudez y, a la vez, es el principio de la palabra “nosotros”. El nudo nos permite conservar y sostener. Deshacer un nudo nos libera espacios para poder dar a nuevas vivencias. Se habla de “nosotros” porque Nus relata aquello personal para representar procesos humanos universales. En la pieza, el deseo no saciado acontece como polvo de vida. Ilustra un proceso de bucle, error y volverlo a intentar, donde la resiliencia es el hilo conductor de las escenas. Nus es el primer proyecto personal de Cèlia Marcé Oller. Este se desarrolla a partir de la relación de ella, un trapecio fijo, un polipast (sistema de poleas) y muchos metros de cuerda.
Cabeza de pescado, a cargo de La chinche negra. Un mito pagano: mujer-hombre, animal. Un ser que emerge como producto del residuo virtual, del exceso y del límite de una sociedad autómata. Lophius es el nombre que encarna el personaje. Humanoide cabeza de pescado se presenta en escena, a partir de una conversación con su madre, quién lo anima en su decisión final: sacrificarse para complacer el paladar del público. Esta performance es la auto-cocción de la cara del personaje, que con esto busca criticar la comodidad del pensamiento estético narcisista. Se sirve del teatro físico y el circo como lenguaje, teniendo puntos fuertes de absurdo humor negro. La materia prima de esta pieza es un pez real: Lophius piscatorius, localmente conocido como rape; y se acompaña con cava y queso maduro de proximidad local.
Aresta, a cargo de Marc Vilanova. Aresta propone transformar un ensemble de saxofones en intérpretes. Colgados de unas estructuras metálicas, los instrumentos prescinden del humano y acontecen completamente autónomos. Una serie de altavoces dispuestos en el interior de los tubos actúan como fuente sonora, y el instrumento, como cuerpo resonador que amplifica y filtra el sonido. Un centenar de LEDs ubicados dentro de sus cuerpos crean una coreografía lumínica y una sensación de movimiento aunque su posición sea fija. La luz se activa en sincronía con la música, la cual es generada por el ordenador mediante procesos de composición algorítmica y el uso de una red neuronal. El músico interactúa con la instalación cuestionando la necesidad de la presencia humana en escena y la posible obsolescencia del intérprete.